Nuevos datos cuestionan que la taurina funcione como terapia antiaging

La ciencia de la longevidad

El nivel del aminoácido en la sangre aumenta con la edad, en lugar de reducirse como se creía

Vijay Yadav, de la Universidad Columbia en Nueva York, con un modelo de la molécula de taurina

Vijay Yadav, de la Universidad Columbia en Nueva York, con un modelo de la molécula de taurina

REDACCIÓN / Otras Fuentes

Dos años después de que investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York anunciaran que la taurina frena el envejecimiento en ratones, macacos y posiblemente en personas, otro equipo científico del Instituto Nacional de Envejecimiento de EE.UU. ha enfriado las expectativas sobre el popular aminoácido. 

En una investigación publicada hoy en la revista Science , demuestran que el nivel de taurina en la sangre no se reduce con la edad como se había dicho. Además, han observado que los niveles de taurina varían ampliamente según las personas sin que tenga ningún efecto apreciable sobre la salud. 

Por ello, concluyen que el nivel de taurina en la sangre no indica la edad biológica de una persona y que no hay base científica para recomendar suplementos de taurina como terapia antiaging.

“Cuando hay una nueva publicación en el campo del envejecimiento, todo el mundo se vuelve loco y empieza a tomar suplementos; con la taurina, hay una abundancia de publicaciones tanto a favor como en contra de los suplementos”, declaró ayer en rueda de prensa Rafael de Cabo, referente mundial en biología del envejecimiento y director de la nueva investigación. “Es una molécula muy interesante que merece que dediquemos más tiempo y dinero” a investigarla, pero aún no está claro qué utilidad puede tener, señaló De Cabo, nacido en España y que ha desarrollado toda su carrera en EE.UU.

El nivel de taurina en la sangre no indica la edad biológica de una persona, advierten los investigadores

A día de hoy nadie sabe exactamente qué funciones tiene la taurina en el cuerpo humano. Se trata de un aminoácido abundante en animales y su déficit causa enfermedades graves en algunas especies, por lo que se le suponen funciones biológicas importantes. Las personas lo sintetizan, principalmente en el hígado, y también pueden obtenerlo de alimentos de origen animal. Se vende como suplemento dietético y se utiliza como ingrediente de bebidas energéticas, aunque no está demostrado que aporte ningún beneficio.

En la investigación de la Universidad de Columbia publicada hace dos años, que tuvo una gran difusión, se observó que el nivel de taurina en la sangre era más bajo en personas mayores que en personas jóvenes. Los investigadores dieron suplementos de taurina a ratones adultos y su vida se alargó un 10%. En macacos adultos, los suplementos de taurina mejoraron varios indicadores de salud.

La nueva investigación se inició a raíz de aquel trabajo. Tenía el objetivo de comprobar los resultados y de profundizar en el conocimiento de la taurina, que aparecía como una molécula importante en el envejecimiento.

Cuando hay una nueva publicación en el campo del envejecimiento, todo el mundo se vuelve loco y empieza a tomar suplementos”

Rafael De Cabo, biólogo e investigador
Rafael de CaboDirector de la investigación

Pero en lugar de confirmarse que la taurina se reduce con la edad, ahora se ha visto que aumenta. Y ha resultado que las diferencias de los niveles de taurina entre personas, así como los altibajos de la taurina en una misma persona, son mayores que los cambios a largo plazo relacionados con la edad. “Es improbable que concentraciones bajas de taurina [en la sangre] sean útiles como buen biomarcador de envejecimiento”, concluyen los autores del trabajo en Science.

La discrepancia entre las dos investigaciones puede explicarse porque han utilizado metodologías diferentes, argumentaron ayer los autores de los dos trabajos en una rueda de prensa que realizaron conjuntamente. En la de hace dos años, el equipo de la Universidad de Columbia realizó un estudio transversal, en que comparó datos de personas de diferentes edades. En el de ahora, el equipo del Instituto Nacional de Envejecimiento ha realizado un estudio longitudinal, que ha analizado cómo cambia el nivel de taurina a lo largo de la vida en más de 800 personas (72 de ellas de España gracias a la participación del Instituto de Investigación Sanitaria Islas Baleares en el estudio). “Los dos estudios son complementarios, no opuestos”, declaró De Cabo.

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Pero con los nuevos resultados la taurina queda en el limbo, sin evidencias ni para recomendarla ni para desaconsejarla. “En el estado actual del conocimiento, no hay ningún suplemento para mejorar el envejecimiento saludable”, declaró Luigi Ferucci, coautor de la nueva investigación. “He trabajado como médico durante muchos años y mi recomendación es ‘intenten tener una vida equilibrada’”.

“Tenemos que comprender mejor la biología de la taurina”, declaró Vijay Yadav, director de la investigación de la Universidad de Columbia, quien ha iniciado un ensayo clínico para aclarar si suplementos de taurina frenan el envejecimiento en personas. “Primero tenemos que hacer el ensayo clínico, después podremos hacer recomendaciones”, señaló Yadav.

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