Telefónica se prepara para acometer un nuevo giro estratégico ahora que cuenta con un nuevo presidente, Marc Murtra, y que el mercado ha bendecido con subidas del 20% en bolsa el relevo al frente de la compañía. El nuevo concepto pasará por transformarse de un grupo de telecomunicaciones a otro de base tecnológica orientado hacia Europa y con esfuerzos redoblados en el ámbito de la defensa y la seguridad, en los que la UE se juega su autonomía. Hay muchos intereses económicos y estratégicos sobre la mesa.
En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Murtra ha explicado este jueves que Telefónica presentará su nuevo plan estratégico en el segundo semestre del año. La defensa “va a ser una línea de trabajo en la que vamos a priorizar y apostar para ayudar a las políticas de defensa de España y sus aliados”, ha afirmado. “Allá donde podamos empujar, vamos a empujar fuerte”.
Telefónica se alineará con Indra, del que fue precisamente presidente Murtra antes de cambiar a la teleco, pero desarrollará también su propio ecosistema de seguridad. “Todas las capacidades van a ser necesarias” y “queremos invertir, pero siempre subordinados de la política que marque el Ministerio de Defensa, que ha indicado que Indra es el coordinador”, ha asegurado.
Lo cierto es que España se ha comprometido a elevar al 2% del PIB el gasto en defensa y la Comisión Europea ha puesto a disposición de los Estados créditos por 150.000 millones de euros para abordar el esfuerzo. A eso se suma un mayor alineamiento entre Telefónica y el Gobierno tras la compra de un 10% del capital por la Sepi para contrarrestar el desembarco de Saudi Telecom.
Injerencias de Estados y riesgos para los cables submarinos
El presidente del grupo ha citado ante los diputados las “grandes amenazas del momento” para las telecomunicaciones españolas, entre las que destacan “los actores hostiles que trabajan al cobijo de un Estado”. Son atacantes con “una profesionalidad y riesgo muy grande”. “En España y en Europa no estamos tan bien pertrechados ante los ciberataques”, ha avisado.
También ha habido un mensaje específico para los cables submarinos de telecomunicaciones. El punto positivo es que existen redundancias y un sabotaje no implicaría la caída del sistema. “La desventaja es que un actor hostil no lo tiene tan difícil para ir a un sitio y cortarlo”, ha avisado.
Telefónica quiere participar de forma activa en la consolidación europea de las telecos
La otra obsesión de Telefónica tiene que ver con Europa. Murtra ha asegurado abiertamente que la empresa quiere ser activa en el proceso de consolidación en el continente ante la necesidad de ganar escala y contribuir a la autonomía estratégica.
Sobre el futuro baile corporativo no ha dado pistas, ni siquiera acerca de más consolidaciones en España, donde Vodafone, controlada por el fondo Zegona, y Masorange, pendiente de salidas de accionistas, acabarán valorando nuevas operaciones.
“Si no sucede, Europa seguirá perdiendo relevancia”, ha afirmado acerca de la consolidación en el continente. “Si Europa quiere autonomía estratégica, debe generar sus propias capacidades tecnológicas”, ha insistido.
La apuesta por Europa también es en parte fruto de la decisión adoptada en el 2019 de salir de Latinoamérica. En lo que va de año y ya con Murtra al frente, la empresa ha acelerado en el cierre de este programa de desinversiones con su salida de Argentina y Perú. Conservará en cambio el negocio en Brasil, al tiempo que se centrará en sus mercados clave, que son España, Alemania y Reino Unido.
