Trump saca los militares a la calle

Segundo mandato de Donald Trump

2.000 soldados llegan a Los Angeles para apoyar las redadas de inmigrantes | El jefe del Pentágono pone a los marines en “alerta máxima”

 of the California National Guard stand outside the Edward R. Roybal federal building after their deployment by U.S. President Donald Trump, in response to protests against immigration sweeps, in Los Angeles, California, U.S. June 8, 2025. REUTERS/Mike Blake

Efectivos de la Guardia Nacional californiana, desplegados ayer ante el edificio federal en que fueron internados los inmigrantes detenidos

Mike Blake / Reuters

Una imagen más propia de un país en plena guerra. Esta es la gran distopía estadounidense.

Un vídeo de casi tres minutos colgado en las redes recogió el momento en que un tren interminable llegó la mañana de este domingo a Los Angeles.

Cargaba las tropas, los coches, los vehículos blindados y los contenedores de armamento y material de campaña destinados a sofocar las protestas contra las redadas de los agentes aduaneros (ICE) para detener y deportar a indocumentados.

Los 2.000 soldados de la Guardia Nacional californiana desplegados por la Casa Blanca, en principio para proteger edificios, son integrantes de la unidad de combate de la 79ª brigada de infantería. Se encontraron con una metrópolis tranquila después de dos días de agitación, pero a la espera de que se repitieran los altercados que llevaron al presidente Trump a tomar una medida extraordinaria. Como cualquier dictadura, el Ejecutivo ha puesto a los militares en la calle para defender su ideario.

EE.UU. registró el pasado año, a partir de los datos del FBI y de las policías locales, uno de los mayores retrocesos en cuando a criminalidad, bajándose a cifras de récord. El presidente alienta, sin embargo, que heredó un infierno, sobre todo por la invasión de los que denomina “ilegales”. Algunos expertos señalaron que California emerge como el laboratorio de lo que puede suceder en todo el país.

Los más destacado es que Trump ordenó la noche del sábado (en estos casos parece obligada la nocturnidad) un uso poco frecuente de los poderes federales y eludió la autoridad del gobernador del estado, el demócrata Gavin Newson, quien se opuso de manera tajante a una medida tan radical.

Esta es la primera vez desde 1965 en que un presidente activa a la guardia nacional sin el requerimiento de un gobernador, según los analistas. La anterior ocasión se produjo cuando Lyndon B. Johnson envió tropas a Alabama para lo contrario que en este momento. Johnson tomó esa decisión para proteger a los manifestantes por los derechos civiles. Ahora se les quiere aplastar.

Trump, sin embargo sabe que en la actualidad juega una partida ganadora. Se siente seguro al tensar la cuerda con una oposición que no saca cabeza en su transición hacia un nuevo líder y con las encuestas de cara en cuanto al asunto de la inmigración. Un sondeo publicado este domingo por la cadena CBS indicó que un 54% aprueba el programa de deportación, por un 46% que no lo apoya. En el balance, más gente observa que esta política hace que EE.UU. sea más seguro.

La agencia Ap informó que los incidentes en Los Angeles, con más de un centenar de simpapeles arrestados y decenas de detenidos, se han centrado en pequeñas áreas y casi todas limitadas a la zona el down town , en tanto que el resto de la conurbación urbana, de cuatro millones de habitantes, se ha visto prácticamente no afectada.

El presidente activa a la Guardia Nacional saltándose al gobernador, que no vio necesaria la medida

Una vez firmó la orden militar y tras asistir a un campeonato de UFC (artes marciales mixtas) en Nueva Jersey, donde pasó el fin de semana, Trump lanzó un mensaje en el que fue el vivo retrato del desorientado Joe Biden. A las 2,41 horas del domingo: “Gran trabajo de la Guardia Nacional después de dos días de violencia, enfrentamientos y disturbios. Estas protestas de la izquierda radical, instigadores y alborotadores a menudo pagados, no serán toleradas... De nuevo gracias al trabajo bien hecho de la Guardia Nacional”.

Le respondó la alcaldesa de Los Angeles, Karen Bass, a las 3,22 horas: “Quiero agradecer a la policía de la ciudad y a las fuerzas de seguridad la labor realizada esta noche. Solo para que quede claro, la Guardia Nacional aún no se ha desplegado en la ciudad de Los Angeles”.

Trump justificó en su memorando que el envió de militares era necesario para “proteger temporalmente al personal del ICE y otro personal del gobierno que cumple su trabajo”.

El despliegue está previsto para 60 días, o tan largo como decida el secretario de Defensa, Pete Hegseth. El jefe del Pentagono apostilló con rapidez que marines en servicio activo “están en alerta máxima”.

El presidente precisó en su orden que cualquier protesta que se interpusiera en el camino de los oficiales del ICE era “una forma de rebelión”. Además, y en adición, “las protestas violentas amenazan la seguridad y causan daños significativos a los centros federales de detención de inmigrantes y otras propiedades”, escribió.

“Estas operaciones son necesarias para frenar la invasión de criminales ilegales en Estados Unidos. A raíz de esta violencia, los imprudentes líderes demócratas de California han abdicado completamente de su responsabilidad de proteger a los ciudadanos”, remarcó en un comunicado Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca.

Trump felicita a las tropas por su buen trabajo varias horas antes de que entraran en la ciudad

Stephen Miller, jefe adjunto del gabinete del presidente y arquitecto de la dura política antiinmigración en marcha, calificó estas protestas de “insurrección contra la soberanía de Estados Unidos” en su cuenta de X.

El lenguaje cuenta, puesto que Trump, para circunvalar al gobernador Newson, recurrió a una parte de la ley, raramente utilizada, en la que se indica que si hay una rebelión o un peligro de rebelión, el despliegue de la Guardia Nacional corresponde al Gobierno federal.

“Esta medida es deliberadamente incendiaria y solo aumentará las tensiones”, respondió Newson. “Este es un comportamiento perturbado”, añadió al saber que Hegseth planteó recurrir a los marines.

“Trump cree que tiene el derecho a hacer lo que quiere, no cree en la Constitución ni en la ley”, dijo el senador izquierdista Bernie Sanders. Su colega demócrata Cory Booker arremetió contra el presidente por enviar a militares por unas pequeñas protestas, mientras que no hizo nada por frenar la insurrección y la toma del Congreso en enero del 2021. Esos eran sus votantes.

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