Kabukicho, el barrio rojo de Tokio, es conocido no solo por sus luces de neón y su animada vida nocturna, sino también por haberse consolidado como el epicentro de la prostitución en la capital japonesa y, cada vez más, como un destino de turismo sexual.

Así es Kabukicho, el barrio rojo de Tokio, pone a Japón en el mapa del turismo sexual
Diversos factores, como la llegada masiva de turistas atraídos por la debilidad del yen y la influencia de las redes sociales, han contribuido al auge de este fenómeno en los últimos meses, y pese a que la prostitución es ilegal en Japón.
En algunas calles de este barrio, ubicado en el distrito de Shinjuku, uno de los más emblemáticos de la ciudad, es común ver a chicas jóvenes alineadas, mirando sus móviles a la espera de que un hombre se les acerque, o sosteniendo carteles con los que promocionan negocios como los “girls bars”, teóricamente no de carácter sexual.
A diferencia de otros países de Asia, a los que se suele asociar con el turismo sexual, en Japón se trata de un fenómeno más reciente y cada vez más frecuente.
Japón registró el pasado 2024 una cifra récord de turistas extranjeros, con 36 millones de visitantes, que dejaron un gasto sin precedentes de más de 8 millones de yenes (unos 48.836 millones de euros), atraídos por la debilidad de la divisa local.
A esto se suma el bajo precio de los servicios -en comparación con otros países desarrollados- que ofrecen estas chicas, que ronda los 15.000 yenes (unos 91,48 euros), sin incluir el hotel, que normalmente paga el cliente.
En Japón, la prostitución está prohibida por ley desde 1956, aunque solo se considera como tal el coito a cambio de dinero, con lo que sí es legal ofertar cualquier otro tipo de servicios sexuales.
Además, la legislación nipona -como ocurre en otros países- no criminaliza la compra de servicios sexuales pero sí a quienes ejercen la prostitución.
Ante el auge de la prostitución, las autoridades japonesas tratan de frenarla con medidas como un mayor despliegue policial en zonas como Kabukicho o la aprobación de una nueva ley el mes pasado dirigida a penalizar las prácticas de los citados 'host clubs' que derivan en la acumulación de deudas de mujeres clientas.
El pasado febrero, la policía detuvo a siete personas por operar una red de prostitución en Kabukicho dirigida a turistas extranjeros que ganó 1.100 millones de yenes desde 2021 (7,4 millones de dólares). Su base era un salón “estético” para hombres y captaba a sus clientes en las calles por medio de chicas que usaban 'apps' de traducción simultánea.