El gobernador de California, Gavin Newsom, ha dado esta noche un contundente discurso dirigido a la nación estadounidense en respuesta a la invasión militar y competencial del Estado demócrata a manos del presidente Donald Trump. Su decisión de desplegar unilateralmente a 4.000 agentes de la Guardia Nacional y 700 marines, de arrestar a cientos de jornaleros sin el debido proceso y de pedir el arresto del gobernador es un “abuso descarado del poder” que “ha avivado una situación inflamable”, asegura el gobernador en su declaración.
“La democracia está bajo asalto ante nuestros ojos. El momento que temíamos ha llegado. Trump está destruyendo con una bola de demolición el proyecto histórico de nuestros padres fundadores: tres poderes independientes y equilibrados”, señala Newsom. “Si algunos de nosotros podemos ser secuestrados en las calles sin orden judicial y solo por sospechas o por el color de piel, entonces ninguno de nosotros está a salvo”.

El gobernador de California, Gavin Newsom, durante su discurso de esta noche en horario de máxima audiencia.
En un discurso televisado en prime time de ocho minutos, conciso y directo, el demócrata hace un repaso de la rápida escalada ocurrida desde el viernes, cuando agentes federales llevaron a cabo redadas masivas en lugares de trabajo en Los Ángeles y sus alrededores y detuvieron a unas 200 personas de manera indiscriminada y sin órdenes de arresto. Como respuesta, “los angelinos salieron a defender su derecho constitucional a la libertad de expresión”, pero se encontraron con el uso de “gases lacrimógenos, granadas aturdidoras, balas de goma, agentes federales deteniendo personas y violando sus derechos al debido proceso”.
“Donald Trump, sin consultar a los líderes de las fuerzas de seguridad de California, se apropió de 2.000 de la Guardia Nacional del estado para desplegarlos ilegalmente en nuestras calles y sin motivo”, recuerda Newsom. “Ahí comenzó la espiral ascendente”, añade, advirtiendo que la orden emitida para militarizar las calles de California “se aplica a todos los Estados del país”, por lo que “puede que California sea la primera, pero claramente no será la última. Otros estados vendrán después. La democracia es la siguiente”.
El gobernador atribuye los disturbios posteriores a esta escalada del gobierno central y deja claro a los ciudadanos, hablando en segunda persona, que “si incitas a la violencia o destruyes nuestras comunidades, rendirás cuentas. Ese comportamiento delictivo no será tolerado”. Newsom asegura que su Estado tiene experiencia en lidiar con este tipo de protestas y reitera que con las fuerzas del orden de California hubiera sido más que suficiente para contenerlas, pero “inflamar las calles” era “el propósito” de Trump.
Gavin Newsom, gobernador de California
“Los regímenes autoritarios empiezan atacando a quienes menos pueden defenderse, pero no se detienen ahí”
“Los regímenes autoritarios empiezan atacando a quienes menos pueden defenderse, pero no se detienen ahí. Trump y sus leales prosperan con la división, porque les permite acaparar más poder y ejercer aún más control”, ha recordado el gobernador. “Y, por cierto, a Trump no le molesta la ilegalidad ni la violencia, mientras le sirvan a él. ¿Qué más prueba necesitamos que el 6 de enero?”, ha añadido, aludiendo al asalto al Capitolio, cuyos perpetradores ya están en las calles gracias al indulto presidencial masivo firmado en su primer día en el poder.
Como pruebas del autoritarismo de Trump, el gobernador ha recordado que le amenazó con arrestarle por no querer cumplir con su política migratoria y se ha referido a su politización del ejército, que será más visible que nunca este fin de semana: “Todos sabemos que este sábado ha ordenado a nuestros héroes estadounidenses —las Fuerzas Armadas de Estados Unidos— que participen en una exhibición vulgar para celebrar su cumpleaños, tal como lo han hecho otros dictadores fracasados en el pasado”.
El carismático Newsom se ha erigido en símbolo de la resistencia frente al autoritarismo de Trump, del Estado más poblado y bastión progresista frente a la extrema derecha que gobierna la Federación, del respeto por la democracia y los derechos humanos frente a la militarización de Estados Unidos. Si su nombre ya sonó con fuerza durante las pasadas elecciones como futurible candidato presidencial, tras la valentía demostrada esta semana se postula para liderar a un Partido Demócrata desorientado.
El lunes, el corresponsal de la Casa Blanca de Fox News, Peter Doocy, preguntó a Trump si temía que la amenaza de arrestar a Newsom pudiera propulsarlo como un adversario político. “Si miras la historia reciente, alguien que se postulaba a la presidencia y tuvo una foto policial… eso terminó ayudándolo”, recordó el periodista, en referencia a su victoria en las pasadas elecciones tras cuatro imputaciones penales y una condena.
El presidente, sin embargo, le restó importancia: “Bueno, en mi caso fue una caza de brujas, y todo el mundo lo sabía”, dijo, y trató de explicar sin éxito por qué Newsom debería ser arrestado: “Si ves lo que ha pasado en su caso, es realmente muy evidente. Si miras lo que ha pasado con los incendios, entre otras cosas, podría nombrarte diez ahora mismo...”.
El pulso entre Trump y Newsom (a quien el presidente apoda Newscum, juego con las palabras “nueva escoria”) va más allá de las competencias. El exalcalde de San Francisco, gobernador de California desde el 2019, lleva tiempo perfilándose para una posible contienda nacional, con recurrentes apariciones televisivas durante la pasada campaña y hasta un debate con el excandidato republicano y gobernador de Florida Ron DeSantis, así como en su podcast, en el que entrevista a figuras políticas mediáticas a su izquierda y derecha.
Su comparecencia este martes, en prime time televisivo en la costa Este y a las 18:30h en California, ha sido un mensaje claramente dirigido a todo el pueblo estadounidense, que lo posiciona a escala nacional para tomar las riendas de la resistencia demócrata y democrática.