El ejército de Corea del Sur ha anunciado la suspensión de sus emisiones de propaganda a través de altavoces en la frontera con Corea del Norte. La medida se produce una semana después de que el país eligiera a su nuevo presidente, Lee Jae-myung, quien hizo campaña prometiendo “restaurar la confianza” entre ambos países. Pyongyang consideraba el uso de los altavoces como un acto de guerra.
Las transmisiones habían estado suspendidas durante seis años, pero se reanudaron en junio de 2024 como respuesta a la campaña norcoreana de enviar globos llenos de basura a través de la frontera hacia el Sur. Las emisiones consistían en dar noticias de las ambas Coreas y del extranjero, así como información sobre democracia y la vida en el Sur. Durante el día, las emisiones llegaban a escucharse a 10 kilómetros de los altavoces, y a 24 durante la noche.
No obstante, la medida ha encontrado críticas. Organizaciones que abogan por los derechos humanos de los norcoreanos han criticado la suspensión. “Los altavoces eran un puente vital hacia el pueblo norcoreano, un recordatorio de que no están olvidados. Al apagarlos, solo hemos fortalecido los esfuerzos de Kim Jong-un por mantener a su población aislada”, declaró Hana Song, directora ejecutiva del Centro de Datos para los Derechos Humanos en Corea del Norte, con sede en Seúl. Cesar las emisiones “sugiere que estamos volviendo a los días de apaciguamiento del régimen norcoreano”, advierte.
Alegría entre los vecinos
Los residentes que viven cerca de la frontera han acogido la medida con satisfacción. Llevan meses quejándose de que sus vidas se han visto afectadas por el ruido de los altavoces tanto del Sur como del Norte, a veces incluso en plena noche. “Esperamos que esta decisión lleve al fin de la guerra psicológica basada en el ruido por parte de Corea del Norte, y que nuestros residentes puedan volver a su vida cotidiana con normalidad”, recoge la BBC