El último ataque de Israel contra Irán supone una escalada en un conflicto que se ha prolongado durante décadas, y que a menudo se ha desarrollado de manera indirecta, como una guerra en la sombra, mediante el apoyo de Teherán a grupos hostiles a los intereses israelíes como Hezbolá, Hamas y la milicia hutí. Esta rivalidad enconada –en cuyo centro se sitúa la cuestión palestina– tiene su punto de partida en la revolución islámica de 1979, cuando Irán se convirtió en una teocracia, aunque ha sido en los últimos años cuando se ha hecho más evidente. A continuación repasamos las principales crisis que han precedido a la actual fase de hostilidades, la cual amenaza con agitar todo Oriente Medio.
1982: guerra del Líbano
Cuando Israel invadió el Líbano, los líderes de la comunidad chií pidieron ayuda a Irán. La república islámica, entonces inmersa en la guerra con Irak, evitó implicarse directamente en el conflicto, pero proporcionó armas, entrenamiento y financiación a la guerrilla de Hezbolá, que se convertiría en uno de los enemigos más peligrosos de Israel. Este hecho no impediría que el Gobierno hebreo respaldara a Irán en sus esfuerzo bélico contra Irak, facilitándole armamento a través de complejas operaciones de compraventa.

Militantes de Hezbolá en el Líbano, en el 2024
2002: amenaza nuclear
Con la revelación por parte de un grupo opositor en el exilio de que Irán contaba con un programa secreto para enriquecer uranio, cundió la sospecha de que la república islámica quería dotarse de la bomba nuclear, violando los acuerdos de no proliferación. Israel exigió enseguida represalias contra el régimen de Teherán, convertido en una “amenaza existencial”.
2006: nueva guerra del Líbano
Tras una serie de ataques de Hezbolá, Israel llevó a cabo una nueva invasión del Líbano. Como en la anterior guerra, Irán prestó apoyo logístico a la milicia chií, que incluso contó con la presencia sobre el terreno de integrantes de la Guardia Revolucionaria de Teherán.
2018: adiós al pacto nuclear y castigo en Siria
Coincidiendo con el primer mandato de Donald Trump, EE.UU. se retiró del acuerdo nuclear que Irán había suscrito con las principales potencias mundiales en el 2015. El presidente estadounidense basó su decisión en la denuncia del primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, de que Teherán estaba incumpliendo el pacto y estaba desarrollando en secreto armamento nuclear. Ese mismo año, Israel lanzó un ataque a gran escala contra objetivos iraníes en Siria, como represalia a un bombardeo con misiles en los Altos del Golán ejecutado por la Guardia Revolucionaria.

El primer ministro de Israel, Beniamin Netanyahu, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, en Davos en el 2018
2020: asesinato del padre del programa nuclear
Mohsen Fakhrizadeh, considerado el gran artífice del programa nuclear iraní, fue asesinado en una emboscada cerca de Teherán. Irán incriminó directamente a Israel, que ni negó ni confirmó su implicación en el crimen. Ocho años antes, ya se había producido un incidente similar: la muerte del científico nuclear Mustafa Ahmadi Rosha mediante una bomba adosada a su coche.
2021: choques en alta mar
El conflicto entre Israel e Irán se trasladó al mar con una serie de ataques contra buques vinculados a ambos países. De autoría difusa, estos incidentes –que afectaron a petroleros, cargueros y otro tipo de embarcaciones– se produjeron en aguas del mar Rojo, el Mediterráneo y el océano Índico.
2022: asesinatos selectivos
En mayo de ese año, Sayad Khodai, coronel de la Guardia Revolucionaria que había participado en la guerra en Siria, fue asesinado a tiros por dos motociclistas en Teherán. Israel confirmó su responsabilidad. Ese mismo mes, dos científicos iraníes vinculados a proyectos militares murieron por envenenamiento.
2023: atentado de Hamas
El 7 de octubre, Hamas perpetró en territorio israelí la masacre que dio inicio a la guerra de Gaza. El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, negó cualquier implicación de su país en el atentado, pero todo apunta a que responsables de la milicia islamista habían llegado a discutir su plan con Teherán.

El líder supremo de Irán, Alí Jamenei,
2024: ataques a las cúpulas de Irán y sus aliados
Con la guerra de Gaza en marcha, Israel inició una serie de ataques contra figuras clave del régimen iraní y sus satélites. En abril, bombardeó el consulado de Irán en Damasco para matar a Mohammad Reza Zahedi, general de la Guardia Revolucionaria. Irán respondió con un bombardeo que apenas causó daños. En julio, otro ataque israelí, esta vez en Teherán, se cobró la vida del jefe del buró político de Hamas, Ismael Haniya. En septiembre, decenas de integrantes de Hezbolá fallecieron en el Líbano cuando Israel hizo explotar sus buscas y walkie-talkies . Ese mismo mes, la fuerza aérea israelí eliminó en Beirut al líder de la milicia chií, Hassan Nasrallah. Irán reaccionó en octubre lanzando misiles contra Israel, que a su vez bombardeó varias instalaciones estratégicas de la república islámica.
2025: escalada final
En abril, The New York Times informó de que Israel quería atacar a Irán cuanto antes, pero que EE.UU. estaba frenando el plan para dar prioridad a las negociaciones del programa nuclear. Ayer, el mismo día en el que la ONU acusó a Teherán de incumplir sus obligaciones en materia nuclear, la Casa Blanca confirmó la evacuación de su personal en Oriente Medio ante el temor de una ofensiva israelí. “Parece que algo podría suceder”, itió Trump. Esta madrugada, Israel ejecutó su ataque.