En Bétera empezará el próximo lunes 23 de junio un curso del Servicio Valenciano de Empleo (Labora) para la formación de técnicos auxiliares en instalación de tabiques de placa de yeso laminado, útil en la reforma de interiores, forrado de paredes y techos. Es una de las tareas imprescindibles para recuperar los espacios que el agua destruyó en la dana, y no hay suficientes profesionales para acometerlas. El sector lo lleva meses diciendo, antes incluso de la dana y, tras la tragedia, el gobierno valenciano puso en marcha junto al sector un plan de formación “exprés” y gratuita para dotar de más mano de obra a las empresas.
El de Bétera es uno de los 15 que anuncia estos días Labora en su página web porque aún restan plazas y al que pueden inscribirse solamente demandantes de empleo para aprender, en apenas cinco días y en un total de 30 horas la mayoría de los cursos, nociones básicas. Desde Femeval, su directora de formación, Raquel Carracedo, explica que lo ideal es que una persona curse diferentes programas de 30 horas para juntar un mínimo de 120 y tener así un conocimiento polivalente, “una formación más completa”.
En los cursos de Labora los participantes llegan a través de entidades del Tercer Sector que trabajan con migrantes o personas en riesgo de exclusión social
Hay otros cursos con plazas vacantes, de pintura, de instalación de falsos techos con placas de yeso, de manejo de minidúmper y carretilla elevadora o de montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas, uno de los más extensos de los ahora ofertados (120 horas) y de los pocos que exige como formación mínima tener el graduado escolar. Carracedo explica que es una “buena fórmula porque “es más corta pero va dirigida a personas con baja cualificación a las que les resulta muy complicado ponerse a estudiar ahora”. Es por ello que los participantes llegan a través de entidades del Tercer Sector que trabajan con migrantes o personas en riesgo de exclusión social.
En total, se impartirán este junio 206 formaciones “exprés” gratuitas que se han planificado para ser realizados durante el mes de junio -aunque se anunció que empezarían en abril- con el objetivo de poder dar una respuesta rápida a la falta de mano de obra que, según el sector, en la Comunidad Valenciana asciende a unos 50.000 profesionales. Una basta cantidad teniendo en cuenta que de los cursos de Labora saldrán este junio 525 participantes formados por Femeval y otros 885 instruidos por la Fundación Laboral de la Construcción, el 2,82% del total necesario según su estimación.
La dana solo lo está poniendo de manifiesto, pero el problema es estructural. En nuestros sectores la necesidad es brutal”
Pero ese vacío ya existía antes de la dana, explican, y obviamente esta lo ha incrementado. Faltan ascensoristas, instaladores eléctricos y, en general, todo tipo de oficiales que ayuden a acondicionar los edificios, viviendas y numerosas estructuras que quedaron dañadas con la riada de la provincia de Valencia. “Con toda la cantidad de trabajo que hay el problema es mucho mayor, la dana solo lo está poniendo de manifiesto, pero el problema es estructural. En nuestros sectores es brutal”, asegura Rafael Castillo, presidente de la asociación de empresas de instalaciones eléctricas (Aselec), quien reconoce que ahora “la necesidad se ha triplicado”. A esa falta de trabajadores encuentra dos razones: la falta de relevo generacional, con muchos baby-boomers a punto de jubilarse; y la huida que del sector de la construcción hizo toda una promoción antes de la crisis financiera que, tras el crack, trabaja en otros ámbitos. “Esa gente llevaría ahora 15 o 20 años trabajando y debería estar liderando las empresas, pero se fueron del sector”, lamenta Castillo, quien es muy gráfico para ilustrar la situación actual: “Los empleados se quitan de una empresa a otra. Es una odisea”.
El mercado absorbe rápido los profesionales. Por ejemplo, del primer curso en electricidad que han organizado UNICEF España, Iberdrola y la ONG Cesal en Valencia, siete de los alumnos participantes ya han formalizado contratos laborales de forma inmediata, nada más acabar. Las empresas contratistas necesitan nuevos perfiles en la zona dana, pero también trabajadores para las muchas obras pendientes, a la espera de ejecución.
Sin embargo, considera Castillo, sería importante también concienciar a la población “y atraer a las bolsas de parados, porque si no esto va a ser una barbaridad”. Asimismo, lamenta que entre la oferta de Formación Profesional la de su sector –que también agrupa a empresas de tecnologías y energías renovables- no esté entre las de mayor demanda, cuando es de las primeras en empleabilidad.