¿Pueden las cejas cambiarlo todo en una cara? La respuesta es sí

Belleza

Hablamos con Sabrina Eléonore, que ha diseñado las cejas de Nieves Álvarez, Nati Abascal, Vicky Martín Berrocal y Antonio Banderas, entre otros

FOTO ALEX GARCIA LA MODELO NIEVES ALVAREZ DESFILA EN LA FIESTA DEL CENTENARIO DE LA FIRMA RAFFEL PAGES EN EL MUSEU MARITIM 2025/05/08

Nieves Álvarez desfilando en Barcelona

Àlex Garcia / Propias

Cada salón de Un Jour Un Regard está pensado para ser un refugio sensorial. En París se sitúa en un icónico local en y decorado con elegancia vintage. En Nueva York, en la Quinta Avenida. Y en Madrid, en el número 13 de la calle Velázquez, en un cálido espacio pensado para desconectar y embellecer. Un Jour Un Regard también está presente en los Oscars, en el Festival de Cannes y en la Met Gala. 

Pero, ¿qué tiene que tantos celebrities recurren a su método? Principalmente tiene a Sabrina Eléonore, una mujer a la que le fascinó el poder transformador del pigmento y que conoció muy bien, durante la etapa en que trabajó como creadora de protocolos de bienestar para Kenzo, el poder del bambú.

Hoy día Un Jour Un Regard es lugar de peregrinación de personas  que quieren recuperar su propia belleza

“He explorado diferentes técnicas, siempre guiadas por mi búsqueda del sentido, de la verdad y de la humanidad. Me he formado en todos los métodos modernos que existen hoy en día, pero sólo uno se impuso realmente en mí. Lo que es curioso, es que esta revelación nació de una experiencia, lejos de cualquier escuela o instituto de belleza. Estaba en un viaje en África cuando me topé con una mujer cuyo rostro había sido quemado con ácido. Era una mujer negra, hermosa, a la que habían marcado para siempre: la piel de su mejilla y su cuello se había vuelto blanca, cicatrizada por el fuego. Yo la estaba observando en la calle, y de repente veo que un hombre que, con sólo una aguja, carbón y un líquido, le estaba devolviendo el color a su piel, punto por punto, restaurando su pigmento… y con ello, su identidad. Me pareció fascinante. Esa imagen no se me ha borrado de la cabeza”. Fue después, a su vuelta a Francia, cuando una clienta le animó a que experimentara. “Ella luchaba contra el cáncer cuando me lo pidió. Compré pigmentos, agujas, y comencé. Con humildad. Desde el corazón”

Hoy día Un Jour Un Regard es lugar de peregrinación de personas de todos los tipos y celebrities, que quieren recuperar su propia belleza o ensalzarla, a través de algo tan aparentemente simple como el diseño de las cejas y las pestañas. “En el fondo mi trabajo consiste en ayudar a cada cliente a mirarse con ternura y con verdad, lejos de los filtros, las comparaciones y los estándares”.

Sabrina Eléonore, especialista en dibujar cejas

Sabrina Eléonore, especialista en dibujar cejas

Un Jour Un Regard

¿Cuántos mensajes transmiten nuestras cejas sin darnos cuenta?

Decenas. Quizás cientos. Una ceja mal depilada o con una forma inadecuada, puede hacer que una persona parezca triste, cansada, enfadada o insegura. En cambio, unas cejas armoniosas y bien trabajadas, pueden transformar una mirada, una primera impresión, incluso la percepción de uno mismo.

¿Para qué rasgos del rostro son determinantes?

Para todos. Los ojos, la nariz, la frente, los pómulos, la boca. Una ceja bien posicionada puede corregir un estrabismo, una boca fina, una nariz muy marcada... y reequilibrar los volúmenes del rostro. Es como una varita mágica, pero suave, natural y respetuosa.

¿Por qué las celebridades siempre recurren a un servicio personalizado?

Porque saben que la mirada es el espejo del alma. Y ese espejo se pule, se trabaja, pero no se falsifica. Un buen diseño de cejas no es solo bonito. Realza la identidad, refuerza la presencia, ilumina el rostro. Y eso es lo que todas las personas merecen, no solo las celebridades.

Unas cejas armoniosas y bien trabajadas, pueden transformar una mirada”

¿Cuál es la clave para que un diseño de cejas sea el perfecto?

Un diseño de cejas perfecto es el que logra convertir la mirada en asombrosa y eso no sucede copiando lo que se ha hecho una actriz, un actor o una amiga. El diseño debe ser totalmente personalizado. Para hacerlo hay que saber analizar las sombras, las asimetrías naturales (una fosa nasal más cerrada, un labio más fino, un ojo más abierto que el otro…). Bien hecho realzará todo el rostro. Otra clave es la elección de las herramientas adecuadas y de calidad (una buena pinza, un cepillo, un lápiz gris…). Pero lo esencial sigue siendo la sensibilidad del profesional, que sabe captar la luz del rostro para revelarla, sin alterar la morfología original.

¿Tu método, respeta siempre el gusto del cliente?

Absolutamente. Su gusto y su morfología. Es nuestro ADN. Nada de copiar, nada de uniformar. A veces rechazo solicitudes que me llegan a nuestra maison, como un tatuaje demasiado grueso, pero siempre me tomo el tiempo de explicar por qué. Es esencial respetar la implantación natural, la evolución del rostro con los años y, sobre todo, acompañar a la persona, no transformarla. Así mismo, si un pequeño remolino forma parte de ella, mientras no genere un complejo, prefiero dejarlo. También forma parte de su historia.

Una  Un Jour Un Regard en Madrid

Una Un Jour Un Regard en Madrid

Un Jour Un Regard

¿Un buen diseño puede reemplazar tratamientos médico estéticos?

Hablamos de dos cosas diferentes, pero obviamente una buena forma de cejas puede retrasar la aplicación de, por ejemplo, neuromoduladores. He tenido experiencias con clientes que han rehusado o pospuesto un tratamiento, después de pasar por Un Jour Un Regard. Un buen diseño abre la mirada, eleva el pómulo, suaviza los rasgos. Siempre recomiendo empezar por las cejas antes de recurrir a la medicina o a la cirugía. Una vez, la mujer de un cirujano estético vino a verme antes de su lifting frontal. Con una simple reestructuración y micropigmentación suave, decidió posponer su lifting más de dos años.

El otro día la IA me dijo que mis cejas estaban descuidadas…

Pero la IA no percibe la sensibilidad, las emociones, las particularidades. Sólo responde a los criterios que los humanos le enseñan. Si le mostramos diez modelos “perfectos”, ignorará todo lo diferente, y sin embargo, son nuestras diferencias las que nos hacen bellos. Así que no, no confío en la IA para este tipo de juicios.

La  verdadera perfección está hecha de imperfecciones”

¿Qué criterios crees que utiliza?

Deberíamos consultar a Sam Altman (risas). La belleza no se mide con una regla. La verdadera perfección está hecha de imperfecciones: ese pequeño desfase, esa asimetría suave que da carácter. Eso es lo que debemos enseñar a la IA si algún día queremos que nos comprenda. De lo contrario, solo buscará encajarnos en moldes.

¿Es una buena herramienta?

Es eso, una nueva herramienta que puede utilizar un diseñador experto de la mirada. Siempre con mucha prudencia e inteligencia emocional.

¿Cómo trabajáis en Un Jour Un Regard?

Todo es personalizado. Observamos los rasgos del rostro, las expresiones, la textura de la piel, la densidad del vello... Y buscamos revelar, no modificar. Siempre les digo a mis equipos: “Considerad a cada cliente como si fuera vuestra hermana, madre, o mejor amiga”. Tenemos una gran responsabilidad: las personas nos confían su rostro con los ojos cerrados. La técnica del bambú, tal como la practicamos en Un Jour Un Regard, es un legado. Un gesto manual, sin máquinas, inspirado en rituales antiguos como los tatuajes espirituales de Asia o la Polinesia. Pero aquí la hemos reinterpretado, con suavidad y precisión, con un único objetivo: devolver la confianza sin alterar la identidad. Al principio, esta técnica estaba destinada a personas que atravesaban enfermedades. Dibujábamos una leve huella de ceja, delicada, temporal, que les ayudaba a no perderse por completo al quedarse sin sus pestañas o cejas. Esa micropigmentación suave, biodegradable, desaparecía al cabo de un año o año y medio. No dejaba anclajes. Sólo acompañaba, con ternura, el tiempo de sanación. Pero cuando mi marido Emmanuel vio el impacto de este trabajo decidió ayudarme a fundar Un Jour Un Regard. Hoy, la técnica del bambú es nuestra firma. Es un trabajo hecho a mano, personalizado. No es un tatuaje. No es automático. Controlamos la profundidad, el gesto, la intención. El resultado nunca está congelado: evoluciona contigo, con tu piel, con tu historia. Porque en Un Jour Un Regard, creemos que la belleza no es una norma. Es un movimiento, una luz.

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