Para los japoneses, el girasol siempre ha sido una flor símbolo de la buena suerte y la fortuna. Sin embargo, cuando preguntas a la oficina de turismo de Carmona por la visita de más de tres mil turistas nipones anuales, las teorías se disparan.
Para algunos, el motivo fue el rodaje en 2002 de un spot de la marca de coches Toyota, en el que uno de los automóviles de la firma japonesa recorría vastos campos de girasoles. Para otros, el origen está en las series y películas niponas en las que aparecían miles de estas flores veraniegas y, en algunos casos, la curiosidad por la ubicación de los campos de girasoles que ilustraban algunas guías de turismo de España editadas en el país oriental.
Estos días, la luz se expande y la llegada masiva a los campos de Carmona, tapizados por más de 70.000 hectáreas de girasoles, transforma por completo este pueblo a 10 kilómetros de la ciudad de Sevilla.
Carmona vive estos días su floración de girasoles
Tras pasar unos días cerca del municipio, Paula Moreno, directora de la oficina de turismo de Carmona, me avisa de que la floración de girasoles está al caer: “justo ayer estaba paseando por los campos y ya se advierten las pequeñas cabezas que contienen el girasol propiamente dicho, así que, para mediados de junio, la floración estará lista”, me cuenta.

En Junio, Carmona se llena de turistas sobre todo de Japón
Paula añade que este año hay cierto retraso, ya que al haber sido una temporada marcada por las lluvias no se podía sembrar: “por otra parte, también el calor provoca que la apertura de los girasoles sea más breve, así que recomendamos a todos los visitantes que se acerquen a Carmona en estas semanas de junio para verlos”.
Desde el ritual del cerezo (hanami) en Japón, hasta los campos de lavanda de la Provenza sa o el pueblo de Brihuega (Guadalajara), el turismo sensorial encuentra en las floraciones una de las experiencias más solicitadas del momento. Y en el caso de Carmona, la de sus girasoles está considerada como una de las más bonitas del mundo, según National Geographic.
Carmona recomienda gestionar la visita a través de su oficina de turismo dada la alta demanda
Un “Lucero de Europa” cuyas alfombras amarillas evocan ese verano ensoñador que vinimos a buscar mientras diversos autobuses -muchos de ellos llenos de turistas japoneses- desembarcan en este apacible municipio sevillano.
Algunos corren hacia el photocall creado para la ocasión en la carretera de Carmona, otros se sumergen en campos abiertos al público y diversos grupos son guiados hasta las fincas donde pueden contemplar los girasoles. En cualquier caso, Carmona recomienda gestionar la visita a través de su oficina de turismo dada la alta demanda, la concentración de girasoles y las diversas experiencias relacionadas.

Campos de girasoles en Carmona, con el parador como telón de fondo
Además de estas flores doradas, Carmona también cuenta con diversos campos de lavanda que nada tienen que envidiar a los del sur de Francia. Solo entonces, alguien se sienta en una silla al atardecer envuelto por los caprichos cromáticos y la naturaleza se siente de forma más contemplativa, especialmente en un mes de junio ideal para visitar esta zona no solo por sus flores, sino también por su patrimonio histórico.
Y es que no solo de su Vega vive Carmona, como bien confirma uno de los pueblos más antiguos de Andalucía, moldeado por influencias de los cartagineses, romanos y musulmanes dada su especial ubicación en el valle del Guadalquivir.
Si buscas complementar tu visita, Carmona cuenta con patrimonios como el alcázar de la Puerta de Sevilla, un recinto fortificado que en su momento fue uno de los puntos defensivos más robustos de la Bética antigua. Un icono desde cuyas alturas se vislumbra la torre de la iglesia de San Pedro, similar a la Giralda de Sevilla y conocida como La Giraldilla. El perfecto punto de partida antes de visitar el patio del Aljibe, el salón de los Presos Bajo, la torre del homenaje o subir hasta lo alto de la torre del Oro.
Además, ten en cuenta que Carmona también fue uno de los dominios de la Hispania romana, por lo que encontrarás restos de ruinas en su anfiteatro y necrópolis.

Plaza de Abastos de Carmona
Itinerarios a completar con la visita al Museo de la Ciudad de Carmona y un casco histórico envidiable lleno de fachadas encaladas. Callejuelas entre las que, seguramente, encontrarás a un turista japonés en busca del mar dorado que asoma a lo lejos como lucero del mundo por unos días.
Delicatessen
Parador de Carmona
Uno de los alojamientos más emblemáticos en Carmona es su parador, una joya de esplendor andalusí construida sobre las ruinas del antiguo palacio mudéjar de Pedro I de Castilla, en el siglo XIV, y asomado al río Corbonés. Un oasis con piscina y terraza envuelto en espacios únicos de motivos mudéjares, su patio interior -el salón Bermejo, colmado de antigüedades y tapices-; el antiguo refectorio, convertido hoy en restaurante; y una plaza de Armas donde se ubica el parking. Por último, la Casa Real contiene los salones y habitaciones del parador.