Liberad a Jorge: la tortuga que vuelve a casa tras 40 años de cautiverio

Proyecto de conservación animal

Encerrado desde 1984 en acuarios de Argentina, el animal, de 60 años y 100 kilos, ha sido devuelto al mar. Lleva 50 días nadando al norte de Brasil, donde nació. Su orientación y resiliencia asombran a los científicos

Liberad a Jorge: la tortuga que vuelve a casa tras 40 años de cautiverio
Video

Traslado del tortugo Jorge del acuario de Mendoza al de Mar del Plata, en 2021

Al tortugo Jorge, como lo bautizaron hace más de 40 años en el acuario de Mendoza (Argentina) le faltan poco más de mil kilómetros para reencontrarse con su hábitat, el mar donde nació. Con su vejez a cuestas -y sus 100 kilos de peso- está nadando lentamente en dirección a las aguas cálidas de Brasil, su casa. El viaje de Jorge, un proyecto de reinserción inédito en el mundo, lleva ya más de 50 días. “Lo está haciendo fenomenal. Está demostrando una capacidad de orientación asombrosa”, celebran los científicos que siguen la travesía de cerca gracias a un dispositivo satelital colocado en su caparazón.

Toda liberación viene de un encierro. El de este tortugo comenzó en marzo de 1984, cuando unos pescadores lo encontraron entumecido y malherido en el estuario de “El Rincón”, en Bahía Blanca, otra ciudad argentina. El Instituto Oceanográfico de este país sudamericano identificó al animal, de la especie Caretta-Caretta: una tortuga marina migratoria, de mares tropicales y subtropicales, que se desplaza por corrientes cálidas de las costas de Uruguay y el sur de Brasil.

El tortugo puede morir en cualquier momento de este proceso, ya que es muy difícil saber su supervivencia después de tantos años en cautiverio

Centro de Tortugas Marinas Karumbé
tortugo liberado

El viaje del tortugo Jorge en dirección a su casa, los mares de Brasil 

Municipalidad de Mendoza (Argentina)

La conclusión de los expertos fue que devolverlo al mar no era una opción viable debido a las bajas temperaturas del agua. “Puede ser letal para una especie tropical de sangre fría”, coincidieron biólogos y veterinarios. Se colocó al tortugo de 40 kilos en una caja de madera, se lo subió a un avión y se lo trasladó al Acuario Municipal de Mendoza (1.120 kilómetros), a una pequeña pecera de agua dulce. Más tarde fue colocado en un estanque de 20.000 litros. Allí permaneció 38 años, convirtiéndose en la máxima atracción del lugar.

En 2021, el acuario cerró sus puertas. Se transformó en centro para la conservación de la biodiversidad, sin exhibición de animales. Una organización ecologista exigió el traslado de Jorge -60 años y 100 kilos- para que “sus últimos años de vida fuesen en su hábitat natural, en vez de un habitáculo de cemento, con agua artificial, en absoluta soledad y en dimensiones pequeñas”.

Lee también

Las tortugas marinas que colonizan las playas españolas llegan desde Florida

Rosa M. Tristán
tortugas marinas

Un equipo interdisciplinar, conformado por varias istraciones políticas, científicos y oenegés, diseñó entonces un plan para reinsertar a Jorge a su medio natural. La tarea era de riesgo. “El tortugo puede morir en cualquier momento de este proceso, ya que es muy difícil saber su supervivencia después de tantos años en cautiverio”, se alertó desde el Centro de Tortugas Marinas Karumbé, una ONG especializada en la biodiversidad marina en peligro.

La adaptación fue el primer paso. En octubre de 2022, el tortugo fue trasladado en otro avión al Centro de Rehabilitación de Fauna Marina de Mar del Plata. Estuvo tres años en estanque de 120.000 litros con agua marina natural. En ese tiempo, Jorge aprendió comportamientos naturales de alimentación, a cazar crustáceos y peces vivos; y de locomoción, a desplazarse con sus extremidades. A principios de este año, los veterinarios Adrián Faiella y Federico Correa y la bióloga Mariela Dassis, a cargo del entrenamiento, certificaron que el tortugo estaba en condiciones de regresar al mar.

Tomó rumbo norte desde que fue liberado y no paró. Tiene una manera de moverse muy eficiente. Nos ha sorprendido muchísimo su orientación

Mariela DassisBióloga
tortugo liberado

Operarios descenden el cesto con el que fue trasladado al mar el tortugo Jorge 

Municipalidad de Mendoza (Argentina)

El 11 de abril, una embarcación de la Prefectura Naval Argentina se internó en el océano Atlántico, a unas 20 millas náuticas de la costa. Dassis formó parte del operativo de liberación. Fue quien le colocó a Jorge el telémetro de seguimiento. Y quien lo mimó hasta que el cesto que lo transportaba descendió al mar.

Tras unos metros de nado superficial, el tortugo emprendió viaje hacia el norte, rumbo a Brasil. Nadó alrededor de 30 horas seguidas a una velocidad de dos kilómetros por hora. Después detuvo su marcha durante varios días. Y continuó su viaje. El aparato que lleva en su caparazón emite una señal cada vez que sale a respirar.

“Lleva recorrido 2.100 kilómetros en 54 días. Tomó rumbo norte desde que fue liberado y no paró. Tiene una manera de moverse muy eficiente. Cruzó el Río de la Plata en una noche. Y a los 18 días, traspasó el límite con Brasil. Nos ha sorprendido muchísimo su capacidad de orientación. Un miedo grande era que se fuese para el sur y que muriese por hipotermia. Está orientado desde el minuto uno. Esta capacidad después de 40 años de nadar en círculo a una profundidad de metro y medio es muy asombrosa”, explica Dassis, investigadora del Conicet y de la Universidad Nacional de Mar del Plata, doctora en en Ciencias Biológicas del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras.

De California a Japón

Sólo hay un antecedente similar

El único antecedente similar en el mundo es el de una tortuga marina liberada en California tras diez años de cuativerio, que llegó hasta su hábitat natural, en Japón. “En el caso de Jorge estamos hablando de un encierro de 40 años. Su viaje es inédito”, aclara la científica.

Hasta ahora, Jorge ha esquivado uno de los grandes peligros de su travesía: las redes de pesca, la principal causa de muerte de las tortugas marinas. La exposición a la contaminación plástica es otra preocupación de los expertos. “Su resiliencia es irable”, insiste Dassis. Jorge está enfocado en llegar a Praia do Forte, su lugar de reproducción. Estudios genéticos han confirmado su origen. Una posibilidad es que esté todavía en edad reproductiva: “Una descendencia a su regreso sería el final perfecto de esta historia”.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...