Los enemigos de Peter

confusión vital

La escena es del miércoles por la mañana, en la sesión de control del Congreso. Pedro Sánchez habla con Patxi López. Por detrás, subiendo la escalera, aparece Santos Cerdán, que casi instintivamente, como en tantas otras ocasiones, hace el amago de saludar a Sánchez con un toque amistoso en el hombro. Pero si revisas la imagen, en el VAR se aprecia que el o no se llega a producir. Por prudencia o vergüenza, no sé. Pero Sánchez, como si tuviese ojos en el cogote, nota algo. Y cuando Santos Cerdán pasa de largo por detrás, Sánchez levanta la mirada y le dice sin abrir la boca: ¿Tu también, hijo mío?

opi 3 del 14 juny

 

Martín Tognola

Me sorprende que el jueves Sánchez afirmase que se enteró de toda la movida ese mismo día por la mañana. Diría que el miércoles algo se olía. Me sorprende que, con la que se avecinaba, Cerdán fuera esa mañana de jueves al Congreso. Se sentó en su escaño. Presenció como los diputados de la derecha pedían a gritos su dimisión. Y acabó leyendo el informe de la UCO desde el escaño en su móvil y retransmitiendo su caída en directo. Resulta bastante increíble que a todo un Pedro Sánchez, el político que se ha dibujado como frío, calculador, implacable, estratega, se la hayan colado tres personajes como Koldo, Ábalos y Cerdán, que podrían hacer un remake de Granujas de medio pelo.

Conozco personalmente a Santos Cerdán y le agradecí públicamente el trabajo que hizo, con todo en contra, para pactar la amnistía que desinflamó la situación en Catalunya. Ha sido el único dirigente socialista que ha viajado a Waterloo y se ha dejado fotografiar con Puigdemont.

La foto le ha salido muy cara. Porque desde entonces se lanzó la consigna de que el que pueda hacer que haga. Y vaya si han hecho. Otra cosa no, pero enemigos, Sánchez no ha dejado de hacerse: grandes empresas energéticas; cargos relevantes del poder judicial, sobre todo en el Tribunal Supremo; grandes grupos de comunicación; sectores de la policía y la Guardia Civil; defensores de todas las atrocidades que comete el Gobierno israelí; iradores de la istración Trump. Demasiados francotiradores para un gobierno tan frágil. Contra todos esos enemigos Sánchez se crecía. Le hacían más fuerte. Estaba a punto de convertirse en uno de los pocos líderes europeos en mantener un gobierno de coalición sin la participación de la extrema derecha.

Esto va a ser casi imposible de remontar, incluso para un superviviente como Sánchez, pero...

Lo de Santos Cerdán y Ábalos lo cambia casi todo. Han sido sus secretarios de organización, cargo vital en el PSOE. Y los dos, si nos creemos a Sánchez, le han engañado. O se ha dejado engañar, porque tampoco entiendo que a Ábalos lo recuperase para las elecciones de julio del 2023, la verdad.

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Llevamos meses de acoso y derribo al Gobierno. Nada comparado con la que se le viene encima ahora. Lo peor es que han sido dirigentes del PSOE los que le han dado la puntilla. Eso va a ser casi imposible de remontar. Incluso para un superviviente como Pedro Sánchez, que esta vez parece más tocado que nunca. Pero...

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