Cuando se están a punto de cumplir nueve años desde el referéndum en el que los británicos votaron salir de la Unión Europea, España, el Reino Unido y la Comisión Europea han cerrado al fin el esperado acuerdo sobre Gibraltar. El nudo se ha resuelto en Bruselas, tras una breve reunión entre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; su homólogo británico, David Lammy; el comisario de Comercio de la Unión Europea, Maros Sefcovic; y el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, entre gran expectación para poner fin al último gran capítulo del Brexit. España, finalmente, llevará a cabo los controles fronterizos por parte de la UE en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar. El acuerdo de momento es político: ahora los equipos negociadores trabajan para que se plasme en un texto jurídico vinculante.
“Con este acuerdo desaparecerá la verja, el último muro de la Europa continental, y queda garantizada la libre circulación de personas y mercancías”, ha celebrado el ministro Albares en una comparecencia junto al comisario europeo en la sede del Ejecutivo comunitario. “Beneficia a todo el mundo, llevará certeza legal y confianza a la gente y a los negocios de toda la región, ha coincidido Sefcovic. Por parte británica, Lammy ha dicho en un comunicado que “protege la soberanía británica, apoya la economía de Gibraltar y permite a las empresas volver a planificar a largo plazo”.
Puntos de fricción
España realizará los controles de pasaportes en el puerto y aeropuerto de Gibraltar
La solución para el Peñón se enmarca en la nueva etapa de acercamiento entre el Reino Unido y la Unión Europea en la que se está empeñando el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer. Hace solo un mes, en una cumbre celebrada en Londres, tanto el primer ministro como los representantes comunitarios decidieron aparcar la etapa de mirarse con recelo y reiniciar sus relaciones con un acuerdo de reconciliación ambicioso que abordaba desde la cooperación en materia de seguridad –ante el miedo de que Estados Unidos se descuelgue de la defensa europea– hasta las cuotas pesqueras.
Pero la cuestión de Gibraltar quedaba pendiente, y era cada vez más urgente tanto para los habitantes del Peñón como para los 15.000 trabajadores transfronterizos. Entonces Sefcovic, un eficiente diplomático eslovaco que es quien también lidera las negociaciones comerciales con la Casa Blanca, pidió aprovechar el “impulso” de la normalización de las relaciones para cerrar los últimos flecos sobre el Peñón.
Detalle del Peñón de Gibraltar.
Desde septiembre no han interrumpido los os a nivel técnico para continunar con las negociaciones basadas en el llamado ‘Acuerdo de Nochevieja’ –firmado el 31 de diciembre del 2020–, un principio de acuerdo que entre otras cosas sentaba las bases para la entrada del Peñón en el espacio Schengen de libre circulación. Este era uno de los grandes escollos en las. Todas las partes querían que la verja se suprimiera pero, para ello, debían instalar controles Schengen en el puerto y el aeropuerto. El problema era determinar quién iba a llevar a cabo estos controles fronterizos
Al final, según una declaración conjunta, han acordado establecer controles duales Gibraltar y Schengen en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar, “que se llevarán a cabo mediante una plena cooperación entre las autoridades de la UE y del Reino Unido/Gibraltar”, con lo que se suprimirán todos los chequeos en el paso fronterizo entre Gibraltar y La Línea para las miles de personas que lo cruzan diariamente en ambas direcciones. Mientras por parte de la Unión Europea España realizará los controles Schengen completos, por la parte británica “los controles gibraltareños completos seguirán llevándose a cabo como hasta ahora”.
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Albares, por su parte, ha remarcado que España ejercerá “el control de entradas y salidas”. Esto seguramente enfadará, y mucho, a los conservadores británicos, que siempre habían entendido que la participación de los agentes españoles representaría un ataque a la soberanía nacional a pocas semanas de ceder las islas Chagos a Mauricio. Avanzándose a las críticas, el Foreign Office ha puntualizado que los policías españoles “serán responsables de garantizar la integridad del Espacio Schengen, en un modelo similar a la Policía sa que opera en la estación londinense de St Pancras”, de donde parten los trenes Eurostar a París.
En el ámbito de las mercancías, la declaración explica que han acordado los principios que “sustentan la futura unión aduanera entre la UE y Gibraltar, manteniendo una estrecha colaboración entre las respectivas autoridades aduaneras y eliminando los controles de mercancías”. También se ha llegado a un acuerdo sobre los principios de imposición indirecta que se aplicarán en Gibraltar, incluyendo el tabaco, “que evitarán distorsiones y contribuirán a la prosperidad de toda la región”.
Además, el texto aborda compromisos de igualdad de condiciones en materia de ayudas estatales, fiscalidad, trabajo, comercio y desarrollo sostenible, lucha contra el blanqueo de capitales y transporte, incluyendo el aeropuerto. Sobre el uso compartido de esta infraestructura, otro de los puntos sensibles de las negociaciones, Londres destaca “la oportunidad para que operen vuelos desde el aeropuerto gibraltareño a destinos en la UE, incrementando la conectividad de Gibraltar con el Peñón y mejorando su prosperidad”. También menciona los derechos de los trabajadores transfronterizos y la coordinación en materia de seguridad social, sin dar más detalles. Sefcovic ha recordado que los equipos se encargaran de ultimar el texto jurídico en los próximos días. Incluirá una cooperación específica en materia de medio ambiente y la creación de un mecanismo financiero adecuado para promover la cohesión y apoyar la formación y el empleo en la región.
