Los estudiantes que se presentan hoy a las PAU estaban expectantes ante lo que les deparaba el examen. Muchos repasaban sus apuntes en el último momento. “Yo estoy nerviosa por ver cómo son las pruebas”, indicaba María, alumna de las Dominicas de Barcelona a la entrada de su aula, en la facultad de Derecho de Barcelona.
“Hay muchos nervios , la mayoría ha dormido poco esta noche”, explica la profesora Cristina Centeno, de C.E. Dolmen, centro situado en l'Hospitalet de Llobregat y que también se examina en el mismo tribunal de las PAU donde convergen alumnos de distintos institutos. Han dormido poco ellos... y probablemente sus padres que los han despedido con mensajes de ánimo. “Mi madre me ha dicho que tranquila, que todo irá bien”, dice Marta, que aún con ese recuerdo entraba acalorada por los nervios. Y porque el calor en Barcelona, a las 8 h de la mañana, ya apretaba, presagiando un día intenso en cuanto a temperaturas. “El calor no ayuda”, apunta Centeno. “Siempre es un factor de estrés”.
El decano de Derecho, el catedrático Andreu Olesti, asegura que calor no pasarían pues las aulas han sido reformadas y disponen de aparatos de refrigeración. Entre tanto, la presidenta del tribunal Esther Vayá, ultimaba los preparativos.
“Hay muchos nervios , la mayoría ha dormido poco esta noche”, señala una profesora
En esta misma facultad estudiará el próximo año, si tiene nota, Alejandro, de C.E. Dolmen. Entra tranquilo a la prueba de castellano, el primer ejercicio con el que se enfrentan esta mañana. Recogía, como los demás, la falta de prácticas de los nuevos modelos de exámenes pues en el departamento de Recerca i Universitats solo había colgado uno por materia.
Castellano: elogio a la duda
Un artículo de Irene Vallejo, publicado en El País, sobre la dificultad de expresar las dudas y las reflexiones críticas frente a las certezas superficiales e inmediatas que muestran muchas personas ha abierto el examen de castellano, el primero al que se presentaban los alumnos de bachillerato. En general, y a pesar de que muchos centros habían trabajado textos de Vallejo porque suele aparecer en las PAU (y ha sido seleccionada en otras autonomías) resulta un acierto obligar a 44.200 alumnos de bachillerato a reflexionar sobre la dificultad de exponer razonamientos críticos, con matices, defendidos por los filósofos escépticos, a situaciones complejas. “Somos seres opinadores y, en el frenesí de comentarlo todo, es fácil precipitarse por la rampa tramposa de la generalización apresurada”, comienza la escritora, autora de El infinito en un junco, en el artículo Quizás, quizás, quizás.
“Esta primera parte de comprensión y expresión escrita les ha resultado algo más difícil que los saberes literarios y la reflexión lingüística”, considera Laura López, profesora de castellano del colegio Padre Damián de Barcelona, cuyos alumnos se examinan en la facultad de Derecho de Barcelona. “El resto se había traajado mucho en el aula y lo tenían por la mano”.
Además de Vallejo, la prueba contenía fragmentos de Las confesiones de un pequeño filósofo (Azorín) y El árbol de la ciencia (Pío Baroja). Se les ha pedido a los estudiantes comparar el concepto de la nostalgia a través de ambos relatos, el de los recuerdos que tiene el narrador de su tío Antonio (Azorín), un hombre entrañable, bondadoso y afable, valores positivos que provocan melancolía frente a la añoranza de un pasado glorioso de doña Leonarda (Baroja).
Esta es la primera convocatoria en la que no hay lecturas obligatorias. Asimismo las faltas cuentan 0,1 puntos y pueden restar hasta dos puntos.
En reflexión lingüística han tenido que, entre otros aspectos, disglosar sobre si la variación y el cambio lingüístico se deben al descuido e incultura de los
hablantes, razonar aspectos de la disglosia o justificar en 50 palabras a qué variedad diatópica del español pertenecen las expresiones “miarma” y
“no ni ná”. A continuación una de las preguntas, que vale un punto, para poner a prueba al lector:
Complete las secuencias con la forma correcta de entre las dos que se proponen en cada caso.
a) Mi amigo me recomendó que, ___________ (sobre todo / sobretodo), evitara discutir con el profesor.
b) Todavía no sé ___________ (porque / por qué) no quisiste comprarte el coche eléctrico.
c) ¿Sabes ya ___________ (dónde / donde) tendrá lugar la asamblea?
d) No puedo entenderlo ___________ (sino / si no) me lo explicas bien
Este era una preocupación general entre los jóvenes hoy. ¿A qué se enfrentan? “En castellano, que lo hacemos ahora, la estructura es la misma, pero entran variedades dialectales que el año pasado no entraban”, se preocupa Sabina (Dominicas). “A mí no me parece muy complicado”, apostilla Oriol, que quiere ser ingeniero químico. A él le angustian las materias que le dan puntos para entrar en ingeniería química, como mates, física o tecnología, sus tres optativas.

Los estudiantes se preparan para entrar a los exámenes de las Pruebas de a la Universidad (PAU) en la facultad de Derecho de la UB en Barcelona
¿Y la ortografía? Aquí había un lío. “Sólo entra en catalán, castellano y restan hasta dos puntos”, afirma una alumna. “No”, niega otra tajante. “Que al final también descuenta en otras”. ”¿En otras?”, exclaman a coro el resto.
Coincide que todos estos estudiantes consultados han escogido historia, frente a filosofía. Pero no cabe extrapolarlo a nivel general, pues este año la mitad ha elegido una materia y la otra mitad, la otra. ”“Historia es más memorístico, filo es de entenderlo todo y luego relacionarlo y asociarlo, eso es más complicado”, explican Ainhoa y Leire que quieren ser psicólogas. Mónica, por su parte, busca ser ingeniera aeroespacial. Mientras María... “a lo que entre”.
La profesora Centeno cree que la inquietud de estos días se desvanecerá con las notas. “Al final, pasan todos, aunque lo de tener nota para entrar en el grado que quieren es otra cosa”.
“Yo solo quiero entrar en los exámenes ya, para acabar ya”, manifiesta, con la bravura del torero, María.
maría y el resto de estudiantes han entrado puntualmente, a las 8.30 de la mañana, para conocer su posición en el aula y recoger las etiquetas identificativas. A las 9h. se ha repartido el examen de lengua y literatura castellana, el primer ejercicio al que se enfrentan los 44.238 estudiantes catalanes matriculados en las pruebas de a la universidad (PAU) en esta polémica convocatoria 2025. A lo largo de tres días, de hoy al viernes, los jóvenes realizarán los cinco exámenes obligatorios y tres más si optan a obtener nota para acceder a grados demandados.
Las obligatorias son castellano, catalán, lengua extranjera, la materia correspondiente a la modalidad de bachillerato y pueden elegir entre historia y filosofía. Se da la circunstancia, que en esta edición, por primera vez desde que se puede escoger, la mitad ha elegido historia y la otra mitad, filosofía, rompiendo la tendencia de la supremacía de la primera sobre la segunda. Esto se explica, en parte, por el temor de los alumnos a los cambios en historia, con ejercicios más competenciales y menos respuestas cerradas. Las preguntas cerradas ya solo pueden ser el 30% del ejercicio.
Catalunya es la última autonomía en hacer estas pruebas, pero ha pactado armonizar el calendario en 2027
A este temor se le une la falta de opcionalidad en las respuestas de la que han disfrutado los estudiantes en las últimas ediciones desde la pandemia. Cada materia tiene un único modelo de examen (no hay modelo A y B), y todos los ejercicios son obligatorios, aunque, en alguno de ellos, se puede optar por dos enunciados.
En esta edición se han preparado pruebas para 35 materias distintas, cuatro nuevas, correspondientes a los cambios del nuevo currículum de la ley de educación socialista de bachillerato artístico
La previsión del tiempo es calor, bastante calor, entre 25 y 32 grados de temperatura, en función de la ubicación de los 221 tribunales (1.400 aulas) desplegados en el territorio. Entre vigilancia y corrección hay unos 2.400 profesores implicados, sin contar aquellos que hoy estarán apoyando a los adolescentes, esperándolos fuera de las aulas.
Calendario
1
Miércoles
8.30h – 9h Comprobación de datos
9h – 10.30h Lengua castellana y literatura
12h – 13.30h Lengua extranjera
15h – 16.30h Coro y técnica vocal / Física / Fundamentos artísticos/ Geografía / Geología i
Ciencias ambientales / Literatura dramática
2
Jueves
9h – 10.30h Historia o Filosofía
12h – 13.30h Análisis musical / Dibujo técnico aplicado a las artes plásticas y al diseño / Ciencias generales/ Latín / Matemáticas
15h – 16.30h Dibujo técnico / Historia del arte / Historia de la música y de la danza / Literatura castellana / Química / Técnicas de expresión graficoplásticas
3
Viernes
9h – 10.30h Lengua catalana y literatura
12h – 13.30h Artes escénicas/ Dibujo artístico/ Griego / Matemáticas aplicadas a las ciencias sociales / Movimientos culturales
15h – 16.30h Biología / Diseño / Funcionamiento de la empresa y diseño de modelo de negocios / Literatura catalana /
Tecnología e Ingeniería
Este es el cuarto año consecutivo récord en número de matriculados. Se presentan 33.904 alumnos de bachillerato, 5.267 de formación profesional (con un crecimiento del 17% respecto la edición anterior, más que nunca) y 5.067 por vía libre.
Barcelona es el punto neurálgico con más de 33.000 estudiantes en la provincia.
Entre las novedades, destacan los criterios de corrección que se han unificado en España tras un acuerdo entre las universidades que el Gobierno conformó en un Real Decreto de 11 de junio de 2024. En el mismo, se define un marco común, aunque cada autonomía lo ha interpretado a su manera.

Ambiente en la biblioteca de Jaume Fuster (Barcelona) ayer, la jornada previa a las pruebas
En Catalunya, los exámenes de lengua catalana y literatura, castellano, se aplicará un descuento de 0,1 puntos por falta ortográfica, con un tope de descuento de dos puntos (hasta ahora no había tope). En inglés u otra lengua extranjera, se aplica un descuento de hasta un punto si en la redacción la respuesta es deficiente y dificulta la comprensión.
Cuarto año consecutivo récord en número de matriculados: 33.904 de bachillerato, 5.267 de FP y 5.067 por vía libre
La polémica, días atrás, ha sido la falta de criterio específico sobre las faltas de ortografía en el resto de materias no lingüísticas. Solo en los textos de cierta extensión contará la corrección ortográfica, junto a la coherencia, cohesión y corrección gramatical. Si todo ello es deficiente, el corrector podrá reducir la nota hasta un máximo de un punto. Esta norma se aplica a seis materias: historia, filosofía, latín, griego, geografía y literatura dramática.
Aquellos alumnos con necesidades específicas tendrán un descuento en lengua y literatura equivalente al 0,6 puntos de descuento de la nota global del examen.
Catalunya es la última comunidad autónoma en realizar la selectividad después de que los estudiantes de resto de autonomías se presentaran la semana pasada. El próximo año, no está previsto tampoco coincidir en el calendario con los exámenes de otras autonomías. Pero sí existe acuerdo, impulsado por las universidades catalanas, en lograr converger en un calendario común con el resto de autonomías en junio de 2027, para evitar desajustes en el proceso de preinscripción y isión.
Las notas de se conocerán el 25 de junio. Del 3 al 30 se prolonga el periodo de preinscripción y el 11 de julio, coincidiendo con formación profesional, se publicarán las listas de la primera asignación de plazas.